Días como estos me atropellan,
realidad,
vuelve el suspiro desolado y el golpe en el rostro
a mirarme con sus ojos de nada,
me dice la verdad,
suelo estar equivocado
mil veces,
y el caminar es el flajelo de las almas,
soledad.
La lluvia se precipita sobre mis hombros
como muros de concreto,
y quiero elegir no caer
solo,
el caminar es la muerte de un poema,
cómo duele caminar si no hay tristeza, si no hay dolor,
si no hay nada.
Días como estos son iguales a todos,
realidad,
por qué creer en lo que alguna vez vendrá
si suelo estar equivocado
mil veces.
Quiero creer que pasará lo que al parecer es imposible,
desaparecer en doce versos,
perderme entre palabras para desvanecer
en los vacíos,
así la lluvia se detendrá
al menos en mis ojos.
Si suelo estar equivocado
mil veces,
mejor olvidar la vida como vida,
mejor volar esperando lo imposible,
un abrazo y un misterio,
un alma que se apiade
de un verso sin sentido,
de un verso que ya no llora porque ya no tiene ojos
de tristeza,
con lágrimas secas que murieron
mas el poema persiste en vivir creyendo en la mentira
que llegará al fin la mirada
que lea mis ojos,
y detenga la lluvia al menos en mí...
El poema cree en que vendrá tu abrazo mil veces
pero yo no,
pues suelo estar equivocado
otras mil.
Marcelo J. Cabral
"Si me preguntan qué es mi poesía debo decirles: no sé; pero si le preguntan a mi poesía, ella les dirá quién soy yo".
Pablo Neruda
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