"Mártir invisible"

Sobre los golpes sin dolor llora la nada
y se transforma, en cada silencio, nuevamente
en lo soñado y no soñado.
en lo llorado siempre olvidado,
en el mártir invisible.
Sigo siendo aquel que grita sin gritar,
que muere sin morir,
soy el verso que Neruda no quiso escribir,
el desamor y la muerte resignada.
Vuelvo a llorar pero sin lágrimas,
logro sonreír en mis tormentos jamás vistos,
me escondo tras tus ojos
y sabes que por ellos vivo y muero a la vez,
desaparezco y estoy aquí.
Tú no me ves pero yo te sueño,
mi alma se desvanece mas mi corazón llora;
ya no hay más que decir
en estos segundos en los que el encierro me atrapa.
Yo elijo escapar como tú lo haces
pero la miseria es tan grande como yo
o quizá sea yo, dicha miseria;
me torno esa palabra
que conforma un poema deprimente, miserable y desastrozo
mas no me queda más que esto.
Para llorar esta la música y sus ángeles,
esos ángeles invisibles como yo,
el que se convierte en el mártir de nadie,
el que escribe para soñar que no está solo,
el que vive sin que nadie llore sus lágrimas.
No me quedan más mensajes que olvidar
aún así te recuerdo como un dulce triste poema,
aún te lloro como aquella vez en la que huiste
mas no te juzgo pero tan sólo te recuerdo que
las lágrimas pesan más que tu castillo de princesa,
y las lágrimas caen
infinitamente
como los has dicho alguna vez pero esta vez es real,
infinitamente real.
Todo se detuvo para mí pero todo avanza,
las canciones no serán poesías
mas las poesías soñarán ser canciones,
y con sus sueños, tan sólo ellas me acompañan
porque ellas sí fueron testigos
de las hojas mojadas y de la tinta corrida,
de las brisas y sonrisas de agonía.
Sin embargo mis versos están aquí
a un segundo de morir junto a mí,
que aún sueño lo imposible y en lo imposible estás tú
esperando que me rinda
pero nunca lo haré, pues he elegido un camino diferente,
seré aquel mártir de nadie,
que nadie sueña, que nadie llora, que nadie ve,
seré el mártir invisible...

Marcelo J. Cabral